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på Sergels Torg
Discurso de Turcios Esquivel, 2o. Secretario de la embajada
de Cuba en Suecia, en la concentración conmemorativa
del 51 aniversario del asalto al Cuartel Moncada. Estocolmo,
Plaza de Sergel 04-07-24
Buenas
tardes.
En
primer lugar deseo agradecer en nombre del pueblo de Cuba
el poder celebrar y compartir con ustedes esta fecha tan gloriosa
e importante en la historia de mi país. Aunque este
día es considerado el día de la Rebeldía
Nacional, podríamos añadir también, que
hoy estamos celebrando aquí los años de rebeldía
que el pueblo cubano ha vivido después del Primero
de Enero de 1959.
Han
sido muchos años de lucha, de batalla diaria contra
planes de invasión, de asesinatos, de actos terroristas,
de lucha biológica y bacteriológica que nos
ha costado muchas vidas, pero que también contribuyen
a permanecer más firmes en la construcción de
nuestros sueños. Esos jóvenes que encendieron
hace 51 años la llama de la verdadera independencia
y soberanía de la nación cubana se ven representados
en los millones de cubanos que en el día a día
aportan su granito de arena en la defensa de nuestra Revolución.
Esos jóvenes son hoy Gerardo, Antonio, Ramón,
René, Fernando, y millones más, anónimos,
que están dispuestos a sacrificar su propia vida para
que la Revolución continúe su camino hacia el
futuro.
Cuando
digo Revolución no hablo solamente de cambios en lo
económico y político, sino sobre todo en las
ideas. Hablo de cambio en los valores humanos, en los sentimientos,
hablo de amistad y solidaridad entre los seres humanos, de
colaboración y cooperación entre los gobiernos,
esas mismas ideas que ha hecho que más de 300 mil cubanos
hayan prestados servicios internacionalistas en países
del tercer mundo, sin esperar nada a cambio, sólo la
satisfacción de ver la felicidad en nuestros semejantes.
Los más de 16 mil médicos y personal de la salud
que están hoy presentes en más de 50 de esos
países es el mayor ejemplo que esas ideas son parte
ya de la cultura del pueblo cubano. Pero no lo hemos hecho
sólo en el campo de la salud, la educación y
el deporte, sino en el plano militar, y están nuestros
hermanos angolanos, namibios, sudáfricanos, argelinos,
congoleses, y muchos más que hoy nos muestran su respaldo
en los foros internacionales.
Hace
sólo dos meses alguien que se cree el dueño
y emperador del mundo, ha dictado nuevas leyes contra el pueblo
cubano, y recalco que son leyes contra el pueblo cubano, no
contra el gobierno de Cuba, y es lógico en cierto sentido
por que hasta alguien que raya la demencia se da cuenta que
el pueblo y el gobierno de Cuba van de la mano en la defensa
de la Revolución. Estas nuevas leyes van dirigidas
a afectar a las familias cubanas, a separarlas, a impedir
las visitas a los seres queridos, amigos, etc. Estas leyes
no son más que la expresión de odio del sr.
Bush y de su gobierno contra el pueblo de Cuba, para acabar
con una Revolución que hace 45 años se ha mantenido
inamovible a 90 millas de sus costas.
Pero
lo que no sabe el sr. Bush y sí el pueblo de Cuba es
que la Revolución es invencible, que no hay arma ni
fuerza militar por poderosa que sea que nos haga cambiar,
que se tendrá que ir de la Casa Blanca, como se han
ido ya diez administraciones y la Revolución seguirá
ahí. Que al pueblo de Cuba nadie le da órdenes
ni le dice lo que tiene que hacer, que tenemos un Comandante
seguido de un ejército de pueblo que estará
en la primera línea de combate, que no habrá
día de descanso para que el intente por la fuerza pisar
suelo cubano.
Junto
a nosotros estarán, en la misma trinchera Gerardo,
Tony, René, Ramón y Fernando, así como
también Maceo, el Ché, Camilo, Abel Santamaría
y otros tantos héroes que serán nuestros compañeros
en la lucha contra el invasor. En Cuba no aceptaremos nunca
ni procónsules ni gobernadores, en Cuba mandamos los
cubanos.
No
deseamos una guerra, pero nunca hemos desechado la idea de
una invasión contra Cuba, y nos preparamos para resistirla.
En estos momentos cuando se trata de legalizar la guerra,
cuando muchos gobiernos se pliegan por cobardía a las
maniobras de la actual administración de Estados Unidos
contra Cuba, estamos más alerta. Mientras estamos aquí,
miles de jóvenes estudiantes cubanos dedican días
de sus vacaciones a trabajar en nuestras fortificaciones y
refugios, sabiendo que mañana esas serán las
trincheras para enfrentar al invasor.
Lo
que molesta al imperio es que Cuba es un ejemplo de solidaridad
y amistad no sólo al interior de la Isla, sino al mundo
entero. Que hemos construido una sociedad por el bien y para
el bien de todos nuestros ciudadanos, que a pesar de ser un
país del tercer mundo nadie vive en las calles, que
el 100% de nuestros niños tienen escuelas y maestros,
que no existe analfabetismo, que nuestros índices de
salud pública son avalados y felicitados por la Organización
Mundial de la Salud, la UNICEF, que no hay niños de
la calle, en fin que hemos construido una sociedad donde lo
más importante es el ser humano, y no la ganancia,
no el dinero, no el egoísmo. Claro está, qué
capitalista puede entender eso, qué capitalista puede
tener como interés la satisfacción de las necesidades
de su pueblo y de otros pueblos, de otros seres humanos sin
distinguir de raza, género, nacionalidad, religión,
etc. El pueblo cubano ha aprendido a compartir lo poco que
tenemos, y lo hacemos con placer, sabiendo de antemano que
compartir no es dar lo que nos sobra sino dar lo que se tiene.
Será por esa y otras razones que somos tan felices
y que defendemos con tanto celo ese proceso llamado Revolución
Cubana.
Sabemos
que no estamos solos en la defensa de esas ideas, que muchos
amigos y pueblos del mundo nos apoyan, y esta celebración
de hoy es un ejemplo. Ya amigos de Cuba han dado la alarma
y se preparan para desatar una campaña a nivel mundial
si en algún momento se efectúa esa locura de
invasión. Sabemos que ustedes también estarán
ahí.
Quisiera
agradecer especialmente en este día a Tömas, Toni,
Carolina, Brenda y Daniel, por la huelga de hambre que desarrollaron
en solidaridad por los Cinco Compañeros presos injustamente
en Estados Unidos, así además agradecer a aquellos
compañeros que los visitaban día a día
para demostrarle su apoyo. El pueblo de Cuba no los defraudará,
sabremos cumplir lo expresado por el Comandante Camilo Cienfuegos
en su último discurso cuando expresó "Una
sola vez el pueblo cubano se pondrá de rodillas y será
ante nuestros héroes para decirles, la revolución
está hecha, su sangre no se derramó en vano".
Nuestro
héroe nacional José Martí expresó
"Patria es humanidad" y permítanme expresar
junto a ustedes ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
¡Viva
la amistad y la solidaridad entre los pueblos!
Gracias.
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