Martes 14 de abril de 2020
A: Kenneth G. Forslund, Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento de Suecia
La lucha contra el COVID-19 requiere de un fin al bloqueo de EEUU contra Cuba
Ahora que la pandemia del coronavirus plaga a todos los países, la crueldad de las sanciones de Estados Unidos contra Cuba aparece en su despiadada desnudez.
Por ello, los gobiernos de China, Rusia, Argentina, Venezuela, España, diputados en el Reino Unido, Francia y Japón, el secretario general de la ONU, António Guterres, y la comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, la enviada especial de las Naciones Unidas para los derechos alimentarios, Hilal Elver, el Papa, el Consejo Mundial de Iglesias, el Parlamento Latinoamericano, entre otros, exigen el fin a las sanciones.
Dentro de los mismos Estados Unidos, las demandas provienen, entre otros, del New York Times, el Financial Times, un grupo de senadores, el Consejo Nacional de Iglesias de Cristo y una serie de organizaciones que representan a los cubanos en los Estados Unidos.
Covid-19 expone las enormes restricciones a las que está sometida Cuba por el bloqueo de Estados Unidos:
El bloqueo contra Cuba impide las compras de medicamentos, equipos y materiales necesarios para combatir la pandemia. Al mismo tiempo, dificulta solicitar préstamos y recibir ayuda internacional. Ejemplo de ello es el avión occidental con materiales de protección enviado por China que fue impedido hacer la entrega a Cuba debido al temor de la aerolínea a las represalias de los Estados Unidos.
- El bloqueo impide la compra de materiales y productos que contienen más del 10 por ciento de materiales de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, empresas transnacionales de EEUU son los principales fabricantes de dispositivos médicos en el mundo. Por ejemplo, la compra de respiradores por parte de Cuba a los productores en Suiza se detuvo debido al bloqueo cuando las dos compañías en Suiza fueron tomadas por una compañía estadounidense.
- Se obstaculizan o impiden las donaciones debido a las restricciones del bloqueo en las operaciones de bancos, compañías navieras y aerolíneas.
- Las presiones extremas sobre las empresas de seguros, los constructores navales y las compañías navieras, introducidas por los EEUU en 2019, dificultan la importación de combustible a Cuba y perjudican gravemente la función y la capacidad del sistema de salud de Cuba.
- Las constantes multas y sanciones contra terceros países dificultan el intercambio comercial con Cuba, incluida la compra de tecnología y suministros médicos.
Cabe señalar que Cuba se mostró solidaria y ofreció ayuda cuando Estados Unidos fue golpeado por el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 y en conexión con el huracán Katrina en 2005.
En resumen, la catástrofe humanitaria de la pandemia se ve exacerbada drásticamente por el bloqueo y las sanciones contra Cuba. Además, estos son ahora más generalizados, más duros y se aplican más estrictamente que nunca durante los 60 años que el país ha estado expuesto. Es un castigo inhumano y cruel infligida a 11 millones de cubanos. Las sanciones contra Cuba además dificultan la ayuda médica internacional de Cuba, que ahora también están solicitando países europeos – Italia y Andorra – para combatir la pandemia.
Con referencia a la necesidad de unirnos a la ONU y la lucha contra la pandemia, el bloqueo ha de terminar, al menos durante la pandemia. Estados Unidos debe respetar el derecho internacional y la opinión de la Asamblea General de la ONU. La Asamblea General ha condenado el bloqueo durante 28 años consecutivos exigiendo su fin. Una comunidad mundial unida aprueba este requisito. En la última votación, solo Estados Unidos, Israel y Brasil votaron a favor del bloqueo.
Los parlamentarios de Suecia deben
- en sus contactos con Estados Unidos, exigir que el bloqueo contra Cuba cese inmediatamente durante la pandemia;
- trabajar dentro de la Unión Europea para que la organización ejerza presión sobre los Estados Unidos en este asunto;
- actuar en Suecia para proteger a las empresas y las personas que, por sus contactos con Cuba, sufren las sanciones y multas de Estados Unidos.
Asociación Sueco-Cubana
Zoltan Tiroler, presidente